Prueba

26.12.06

O te Chingas o Te Jodes



No se trata únicamente de tomar el libro, instalarse en un sillón y empezar a recorrer las páginas, también es necesario estar dispuesto a reír y pasarse un buen rato; estos son los requisitos para leer los trece cuentos que nos regala Jorge Ibargüengoitia (Guanajuato, 1928) en su libro La ley de Herodes.

Esta es la historia de un hombre anti-yanqui, chic, amante de las mujeres, Scout desde los doce años, amigo de intelectuales, apasionado con damas de gran tamaño y asediado por el lumpen proletariado.

El humor y el toque burlesco son las características fundamentales de estos relatos. Las anécdotas de este autor, nos llevan a un viaje por México, las situaciones nos transportan a lugares conocidos para la mayoría, ¿Quién no ha pasado por La Diana, caminado por Reforma o tomado un café en algún Sanborns?; no sólo son los escenarios los que hacen familiar y sencilla esta lectura, también las historias, que contadas de una forma coloquial, nos muestran la vida cotidiana de un escritor, quien ha vivido un sin fin de momentos buenos y malos, pero que enriquecen su vida.

La ley de Herodes, es el título de unos de los cuentos que el guanajuatense nos narra; la gran problemática a la que se enfrenta este personaje cuando tiene que decidir entre una Beca para ir a estudiar al extranjero o evitar la pena de ser violado por un doctor, al final sólo tiene dos opciones “O se chinga y no recibe la beca, o se jode y deja que un Doctor le meta dos dedos por el culo”, finalmente se jode y resulta ser la comilla de todo el mundo al haberse doblegado al imperialismo yanqui.

Ibargüengoitia utiliza el auto escarnio y la anti-solemnidad como recursos para crear un ambiente agradable, en cada escena la esencia es siempre la misma, situaciones de la vida diaria, pero contadas de una forma tan amena y con tanto movimiento, tanta acción, que es imposible soltar el libro.

A través de la observación, este escritor logra captar el lado simple y común del ser humano, además de transmitir, tanto los momentos embarazosos como las groserías, o algunas frases como “era yo más joven y más bello” de manera tal, que sientes que un amigo es quien te cuenta sus aventuras.

La ley de Herodes se suma a una importante lista de motivos por los cuales uno puede sentirse atraído a leer. Cada una de estas historias tiene su encanto, lo que hace que sea fascinante. Este libro es una buena opción para adentrarse a la literatura mexicana, en estas vacaciones decembrinas.

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