Prueba

5.7.12

Mexico: victim of the worst electoral scam in its history

Fellow citizens:

Mexico demands justice.


We ask help the world to see what is happening and help us denounce injustice.


Let us become a true social network. Let's help each other ... Denounce fraud and injustice. We are one and we believe we can change the world.


We only ask for you to know and to spread the word…



4.3.11

Un simple cuento

"Vintage floral"
By Wendy Froshay
Había una vez, hace muchos años, tantos que ni siquiera vale la pena contarlos, un hombre que buscaba vivir plenamente para morir feliz.

En el jardín donde pasaba sus días y sus noches encontró a una flor con la que vivió feliz durante muchos años. Juntos compartieron soleadas primaveras y amargos inviernos. Un día, aquel hombre se cansó de no poder recorrer el mundo porque quería tanto a aquella flor que no podía dejarla en el jardín mientras él partía hacia lo desconocido.

El árbol más viejo del jardín envolvió al hombre entre sus ramas y lo llevó hasta la cima de su verde follaje. Ahí, en las alturas el viejo y sabio árbol le dijo que para vivir feliz y plenamente lo único que necesitaba era amor e ingenio. Le reveló que de no ser por el ingenio él habría muerto hace muchos años, pero que una tarde, cuando se sintió amargamente solo, se las ingenió para convencer al viento que le ayudara a encontrar compañía, a cambio él le daría aromáticas fragancias cuando rozara su follaje. El viento aceptó y corrió fugaz por las praderas hasta que encontró un nido abandonado con dos pájaros recién nacidos, los tomó entre sus brazos y se los llevó al viejo árbol. Desde ese momento, el árbol jamás se volvió a sentir solo, sus ramas reverdecieron de amor y todos los habitantes del jardín bailaron gracias al melodioso canto de aquellas aves.

El viejo y sabio árbol le recomendó al hombre poner a la flor en una maceta para que puediera llevarla con él si tanta era su necesidad de ver el mundo. Sin dudarlo dos veces, el hombre tomó a la flor y juntos se despidieron del jardín para recorrer y descubrir las dulces delicias del mundo.

El mundo era muy grande y había que caminar mucho para poder recorrerlo. Después de varios años, el hombre se cansó de llevar cargando a la flor entre sus manos, pues no tenía la libertad para hacer todo lo que él quería hacer. Pensó durante meses, hasta que logró convencer a la flor que era mejor que ella se quedara sembrada en un inmenso y bello prado para que reposara tras el largo viaje; la flor aceptó la propuesta por el amor tan grande que le tenía.

El hombre se sintió libre y feliz. Le gustaba no estar atado a la flor y disfrutaba poder tocar con sus manos vacías todo lo que en el camino se le cruzara, como el pasto, la tierra, el agua y el viento. Un día se encontró a una mariposa; él jamás había visto a una tan bella y tan llena de colores, y la mariposa nunca había había visto a un hombre; ambos sintieron que explotaban de felicidad. El hombre invitó a la bella mariposa a recorrer el mundo con él y ella aceptó al instante. Él disfrutaba de la compañía de ella, pues extrañaba los días en que la bella flor lo acompañaba y las noches cuando, bajo la luz de la luna, le contaba sus más profundos sentimientos. La mariposa le brindaba al hombre esa compañía y al mismo tiempo la libertad. 

Pasaron muchos años más, y el hombre poco a poco se fue cansando de la libertad de la mariposa, él quería que lo necesitaran y se acordó de la flor del jardín que había dejado plantada en un prado. Hacía mucho tiempo que no pensaba en ella, en su aroma, y tampoco en el jardín donde la conoció. Se acordó también del viejo y sabio árbol que le había dicho que todo era cuestión de ingenio.  Él no quería deshacerse de la mariposa porque lo hipnotizaban sus colores y su vuelo, pero quería volver a cuidar a la pequeña flor, así que la convenció para que lo acompañara. Se tardaron varios años en encontrar el camino de vuelta hacia el prado. Cuando por fin llegaron no encontraron a la flor; algunos árboles, pájaros y plantas le dijeron que se había muerto de tanto esperar a un hombre que iba a regresar por ella para seguir recorriendo el mundo, pero la falta de agua, de caricias y de dulces palabras la fueron debilitando hasta que se marchitó.

El hombre se sintió sumamente triste y deseó profundamente regresar al jardín donde pertenecía; la mariposa lo acompañó, pero no logró llegar hasta su destino final, pues en el camino una fuerte ráfaga de viento la apartó del hombre.

Cuando él, solo y desolado llegó por fin al jardín, el viejo y sabio árbol le preguntó cómo era vivir la vida plenamente y qué dulces delicias le había ofrecido el mundo. El hombre no pudo recordar ninguno de los paisajes que vio, ni todas las experiencias de las que fue testigo, porque se sentía triste y solo despúes de haber perdido a la flor que se marchitó y a la mariposa que voló.

El hombre le contó al árbol lo que había pasado, y el viejo y sabio árbol le preguntó porqué no había utilizado el ingenio y el corazón cuando se cansó de cargar a la flor buscando una bolsa para que no tuviera las manos ocupadas, en vez de plantarla y buscar a un reemplazo como una mariposa, que tiene alas para volar y es tan frágil, que el viento más sutil puede conquistarla y llevarla entre sus brazos con una simple caricia.

El árbol le explicó que con el amor y el ingenio no era necesario salir a recorrer el mundo para sentirse vivo y morir feliz. Él había descubierto -a través de los años- que lo importante era abrir el corazón ante cada circunstancia y que esa era la delicia de la vida. Le contó que había sido testigo de la vida gracias a los pájaros que habitaban en su follaje; que había visto los más hermosos atardeceres y había reparado que las lunas más bellas eran las que acompañaban al maduro otoño; finalmente, le dijo que se había percatado, aunque no conociera el mundo entero, que el hombre era el ser al que más trabajo le costaba darse cuenta de la majestuosidad, pues nunca estaba satisfecho ni dispuesto a sacrificar nada, pues cuando tuvo la compañía de la flor, quiso la libertad, y cuando logró esa libertad, añoró sentirse indispensable.

El viejo y sabio árbol le contó que aunque se sentía felizmente acompañado por los pájaros y su soledad había cesado, también era difícil ser la morada de ellos, porque en ocasiones era víctima de picotazos y que los días de tranquilidad y serenidad se habían esfumado, pero que al final de cada jornada se daba cuenta que para vivir plenamente y morir feliz era necesario ingeniarselas para hacer más fácil el camino, aunque no se tengan piernas para andar,  y amar, pero que para eso era necesario sacrificarse.



28.2.11

Un rayito de luz en Egipto

Y despúes de tanto caos cairota, los egipcios esperan que el cambio llegue a sus vidas y el sol vuelva a iluminar su pueblo... al menos el cielo ya está poniendo de su parte.

Viridiana Mirón (Hafiza) ©

Viridiana Mirón (Hafiza) ©

Viridiana Mirón (Hafiza) ©

"Amor de lejos"
2011
Viridiana Mirón (Hafiza) ©

Creo que veo las pirámides
2011
Viridiana Mirón (Hafiza) ©

27.2.11

¿Buscas el amor real?… Apuesta por el sexo causal

Amo el cine, no importa si la película es buena o mala, mientras sea una película siempre me dejará algo para criticar, aplaudir, pensar u olvidar, pero si no tengo a la mano un cine o un DVD me encanta disfrutar de los trailers; soy adicta a ellos.

La otra noche , mientras me regocijaba viendo adelantos cinematográficos, me topé con tres filmes que parecen tener una misma premisa: sexo sin compromiso y la pregunta de oro: ¿Se puede tener sexo sin involucrase sentimentalmente?

Las comedias románticas con finales felices necesariamente deben contestar esta pregunta de forma negativa, de lo contrario romperían con la tradicional receta moralina hollywoodense que caracteriza a este tipo de producciones, que admito ¡me encantan!

No Strings Attached (Ivan Reitman), Friends With Benefits (Will Gluck) y Love & Other Drugs nos presentan tres historias que al final -supongo, sólo vi los trailers- terminan en lo mismo: cogemos y al final nos enamoramos. ¡Qué novedad! -me dije- cuando vi los avances de los tres filmes, pues era evidente que contando con actuaciones como las de Anne Hathaway, Ashton Kutcher o Justin Timberlake no se podía esperar otra cosa que salidas fáciles a situaciones que dan más tela de donde cortar como lo es el sexo casual.

No sé qué es lo que más me molestó de ver estos avances, tal vez sea el hecho de que no acepto que en un lapso tan corto de tiempo se hagan películas tan parecidas, o que simplemente el sexo sin compromisos es más complicado o más simple que sólo llegar a un final feliz estilo americano.

Ivan Reitman nos presenta No Strings Attached, una comedia romántica protagonizada por Natalie Portman y Ashton Kutcher, dos amigos que luego de reecontrarse deciden mantener una relación amistosa-sexual, o sea, se convierten en fuck buddies, hasta que él se enamora de ella, mientras que Portman evita caer en las garras del amor; finalmente -me imagino- cae rendida a los brazos de Kutcher. Lo que parece rescatable de este filme es la participación de Kevin Klein, que aunque no aparece en el trailer, seguramente brinda algún par de carcajadas.

Como dato adicional y para restarle puntos, esta producción fue catalogada como R, pero en palabras del crítico de cine Robert Ebert: “[es] la R más acuosa que he visto. Es más un PG-13 jugando a disfrazarse”.

 

Friends With Benefits de Will Gluck es la copia al cabrón del filme de Reitman, pero con la participación de Mila Kunis, Justin Timberlake y mis favoritos: Woody Harreslson y Patricia Clarckson.

En esta peli, que parece sobreactuada, Kunis y Timberlake interpretan a dos buenos amigos que deciden disfrutar de un buen rato encamados y enpiernados, hasta que termina por ocurrir lo inevitable: se enamoran. Lo que más me desmotiva de este filme es ver cantar a JT Closing Time durante el sexo, lo considero innecesario, nada sensual e incluso, de muy mal gusto.



Por su parte, Love & Other Drugs de Edward Zwick y basada en el libro Hard Sell: The Evolution of a Viagra Salesman de Jamie Reidy, cuenta la historia de un vendedor de productos farmacéuticos (entre ellos el viagra) y una sensual chica que se encuentra en la primera fase del Mal de Parkinson.

Él (Jake Gyllenhaal) es un guapo chico que sabe cómo vender y conquistar a las mujeres, y ella (Anne Hathaway) una mujer que busca disfrutar de su sexualidad antes de que la enfermedad se lo impida, pero sin llegar a algo serio, pues su estado de salud complicaría las cosas. Al final, el mujeriego Gyllenhaal termina por enamorarse de la cautivadora Hathaway a pesar de las dramáticas adversidades.



Estas tres historias tan parecidas podrían hacer que cualquiera -que crea en los cuentos de hadas-  piense que el sexo sin compromisos es la solución perfecta para llegar al... "compromiso" y que a pesar de las complicaciones siempre triunfará el amor. Eso sí, con una condición para que la fórmula funcione: ambos tienen que ser bien parecidos y ser compatibles no sólo sexualmente.

Seguramente no podré ver ninguna de estas películas en Egipto, pues aquí se vive todo lo contrario a estas historias. Normalmente para llegar al sexo, primero hay que estar casados, con dote, vestido y boda, y es exactamente después de eso cuando la “historia de amor” comienza a desarrollarse.

Sea cual sea la fórmula ideal para encontrar el “amor verdadero” lo que me queda claro es que estos avances me dejaron con un mal sabor de boca, pero con el ímpetu para seguir con mi adicción “trailera”.

Para cerrar con broche de oro, les comparto el avance de otra película de amor que se estrenará en 2011 y que parece prometer y que espero ansiosa su estreno.

Beginners, dirigida por Mike Mills y protagonizada por Ewan McGregor, Christopher Plummer, Melanie Laurent y Goran Visnjic.


26.2.11

Volver a empezar


No soy maestra en ningún arte, no domino ni siquiera el español  y no soy experta en materia alguna. Simplemente no soy, pero amo escribir, siempre y cuando no sea por obligación, y las palabras llenan el espacio en blanco -generalmente- cuando paso por momentos catárticos; me gusta cantar, pero en mi soledad; tomo fotografías cuando me sienta inspirada; y así, cada cosa que hago esta condicionada por alguna razón, por algún estado de ánimo, por algún olor, sentimiento o recuerdo.

Hace casi cinco meses que emigré hacia lo desconocido, hacia un país del que no sabía prácticamente nada, y en donde no conocía nadie. Me fui dejándolo todo, con miedo y vacilaciones, prometiendo volver, pero sin la certeza de un “cuándo”.

Emigrar significa dejar atrás y aprender a integrarse a una nueva realidad, a nuevas costumbres, reinventarse sí así se desea,  pero me pregunto si la vida en sí no es una emigración constante. Durante este tiempo, en donde los meses han pasado absurdamente rápidos, pero cada día es más lento que el anterior, he aprendido a conocerme, sobretodo, a través de los demás. Si no fuera gracias a la convivencia cara a cara o cibernética no podría haber descubierto, por ejemplo, que no soy  físicamente tan afectiva como yo creía, me incomoda la cercanía, los abrazos y la piel, prefiero, sin lugar a dudas, la distancia.

Y así, poco a poco me he ido desprendiendo de la vida a la que estaba acostumbrada para aprender a desenvolverme en otra realidad, a veces retrógrada, a veces inspiradora, por momentos espiritual y casi siempre mundana, intentado reinventarme y convertirme no precisamente en lo que sueño ser, pero siempre siendo honesta con lo que hago, aunque a veces parezca una contradicción constante.

Ahora, sin dejar las letras, las imágenes ni mis cantos he decido explorar nuevas formas para seguir descubriendo nuevas caras de mi persona, esta vez con el dibujo y lo que la vida traiga.

Y en esta reinvención inspiradora y nada técnica vuelvo a integrarme al mundo de los blogs, porque creo firmemente en que siempre se vuelve a empezar.



"Mirando, extrañando"
2011
Viridiana Mirón (Hafiza) ©

"Miauuuuuuuuuuuuuu"
2011
Viridiana Mirón (Hafiza) ©